Cuestionario librero 118: Miquel Ponce
Nuestro último encuentro en Bilbao, antes de coger el tren a Llodio, tiene lugar en el mejor museo de la ciudad: el de Bellas Artes. Allí hemos citado a un jovencísimo y ya excelente artista plástico del que supimos casi por casualidad gracias a su primera exposición individual, que, titulada Un espacio en construcción (ver […]
Nuestro último encuentro en Bilbao, antes de coger el tren a Llodio, tiene lugar en el mejor museo de la ciudad: el de Bellas Artes. Allí hemos citado a un jovencísimo y ya excelente artista plástico del que supimos casi por casualidad gracias a su primera exposición individual, que, titulada Un espacio en construcción (ver aquí el catálogo), pudo verse esta pasada primavera en la galería Blanca Soto de Madrid. Se llama Miquel Ponce, nació en Valencia en 1997 (es, pues, el entrevistado más joven hasta hoy) y consigue resultados magníficos con lo que, aparentemente, son pocos recursos, pocos materiales, muy pocos colores (pero infinitos matices). Es, digamos, un post-abstracto, e intuíamos que su trabajo está lleno de lecturas, de teoría, de documentación. Estudió, de hecho, el Grado de Bellas Artes y el Máster en Producción Artística en la Universitat Politècnica de València, pero de momento es en la creación donde está demostrando su tremenda fuerza, construida con una seguridad sorprendente. Entre enero y junio ha disfrutado de una beca de residencia en la Fundación BilbaoArte, de modo que no podíamos desaprovechar la oportunidad de convocarlo a estos cuestionarios al visitar la capital de Vizcaya. Habrá quien piense que no tiene mucho sentido incluir un cuestionario como éste en esta sección: nosotros defendemos que esta sección sólo tiene sentido con cuestionarios como éste. La última pregunta la lanza alguien que casi fue profesor suyo, el poeta y pintor José Saborit.
[Fotografía: Miquel Ponce, en Bilbao, 6 de junio de 2021. Fotografía de Juan Marqués.]
¿Cuál fue el libro que inoculó en ti el veneno de la lectura?
No recuerdo un libro en concreto, pero sí que diría autores que me engancharon a leer. Probablemente el que más ha sido George Orwell, pero ya de adolescente, también Stephen King.
¿Hay algún personaje de novela al que te gustaría parecerte (o te hubiera gustado cuando lo leíste)?
Pues enlazando con la pregunta anterior, me habría gustado vivir lo que cuenta Orwell en algunos de sus libros como Homenaje a Cataluña o Sin Blanca en París y Londres. Creo que es un periodo de la historia que siempre me ha atraído mucho, tanto la Europa de los años 30 como la Guerra Civil española y la Barcelona de aquel momento.
¿Cómo eliges tu siguiente lectura? ¿Qué peso tiene la selección de la librería o la recomendación del librero / de la librera en tu decisión de compra?
Generalmente cuando termino un libro ya suelo tener varios a la espera. Muchas veces un libro te lleva a otro, o a partir de un autor empiezas a conocer a otros. También suelo confiar en recomendaciones de amigos que saben qué me puede interesar.
Sé valiente, por favor: ¿qué lectura “insoslayable” tienes todavía pendiente?
Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Y otra del contexto artístico vasco que tengo pendiente, Malformalismo, de Txomin Badiola, que aquí es toda una referencia.
¿Sabes de algún libro extranjero que habría que traducir con urgencia, o alguno descatalogado o muy desconocido que haya que reeditar para bien del mundo?
Un libro que me encantó en su momento, Art as art, de Ad Reinhardt. Guardo un muy buen recuerdo de él y diría que no está traducido. También tengo pendiente La exhibición de atrocidades, de J. G. Ballard, y no lo he conseguido encontrar en castellano.
Algún vicio inconfesable sobre libros (subrayar, tirar a la basura, robar, gastarte lo que no tienes, esconder los libros que compras para que no te riñan en casa, hacer listas y hasta estadísticas con los libros que lees, leer hasta el ISBN y el colofón…)
Suelo leer varios libros a la vez, sobre todo de ensayo. Con las novelas me cuesta más mezclar. Suelo subrayar los libros siempre con lápiz si son míos; si no, me parece una macarrada, y más cuando está subrayado con un subrayador fluorescente. Tampoco me gusta doblar las páginas.
Define tu perfil de librero/a ideal: tímido/a, parlanchín/a, con un ordenador en la cabeza, sabelotodo, a la última, clásico/a…
Discreto y silencioso pero que sepa ayudar en lo que buscas.
¿Qué tiene que tener una librería para que te apetezca volver a ella?
Tiene que ser agradable, sin demasiada gente, y que puedas pasar mucho tiempo cotilleando libros sin que te molesten.
Recomiéndanos, por favor, un clásico (o varios) y un libro reciente.
El guardián entre el centeno de Salinger y Luces de Bohemia de Valle-Inclán. Libro reciente diría Realismo Capitalista, de Mark Fisher, lo tengo bastante fresco y me pareció muy contundente y de actualidad.
[Y la pregunta 10 la lanza hoy el pintor, poeta y profesor José Saborit:]
“Según parece, en el arte contemporáneo coexisten, más o menos pacíficamente, diferentes tendencias. Sin embargo, la presión de “lo último” puede sentirse a la hora de poner en pie una pintura. La pregunta es: ¿Cómo siente esas presión un artista joven que desee posicionarse en el mercado? O dicho de otro modo: ¿qué sentiría un artista joven si deseara pintar, pongamos por caso, algo parecido al Perro semihundido de Goya?
Creo que puede ser algo difícil lidiar con lo que uno quiere hacer frente a lo que lo el mercado o las tendencias guían en el momento. Creo que hay que tener cierta seguridad en lo que uno hace y creer en ello para no caer necesariamente en lo que demandan desde afuera. Hay que ser autónomo en las decisiones que uno toma respecto a cómo dirigir tu obra y ser consciente de por qué haces lo que haces. En mi caso no es algo que me preocupe demasiado, pero entiendo que en algunos casos puede ser frustrante.