Cuestionario librero nº 22: Mario Alonso
Fue Rosa Pastor, librera en la ahora cerrada Libros 28 (San Vicente del Raspeig, Alicante), quien nos puso en su día tras la pista de Mario Alonso (Badajoz, 1960) y su No esperes que el tigre se vuelva vegetariano (comentado por ella misma en un “recorrido temático” nuestro sobre marginación). Era llamativo que un experto […]
Fue Rosa Pastor, librera en la ahora cerrada Libros 28 (San Vicente del Raspeig, Alicante), quien nos puso en su día tras la pista de Mario Alonso (Badajoz, 1960) y su No esperes que el tigre se vuelva vegetariano (comentado por ella misma en un “recorrido temático” nuestro sobre marginación). Era llamativo que un experto en asuntos económicos, financieros y jurídicos a altísima escala, con miles de empleados en todo el mundo, escribiera un libro tan especial sobre un asunto extrañamente tan descuidado en la literatura como la indigencia, y en su siguiente novela, Cuando el silencio miente (reseñada aquí), se sumergió en el tema de los secretos familiares, los prestigios sentimentales extraños, las trampas de los afectos… Quien fuera además músico en la Movida madrileña anda escribiendo una nueva novela sobre ese asunto de las personalidades ambiguas, pero le hemos distraído para que responda a las nueve preguntas libreras, con interrogante final de María Vaquero, de TodoLibros (Cáceres):
¿Cuál fue el libro que inoculó en ti el veneno de la lectura?
El camino, de Miguel Delibes. El mundo rural que allí se describe era el que yo conocía desde la niñez, y me di cuenta de que la literatura hace posible transmitir sensaciones, ideas, ambientes, caracteres…
¿Hay algún personaje de novela al que te gustaría parecerte (o te hubiera gustado cuando lo leíste)?
Recuerdo que en mi juventud leí Al filo de la navaja de William Somerset Maugham. Su protagonista, Larry Darrel, cambia su acomodada vida en Chicago por lanzarse a recorrer el mundo.
¿Cómo eliges tu siguiente lectura? ¿Qué peso tiene la selección de la librería o la recomendación del librero / de la librera en tu decisión de compra?
Además de lo que tratamos en alguna tertulia literaria en la que participo, leo revistas culturales o suplementos de prensa, y, por supuesto, “me fío” de los consejos de mis libreros habituales.
Sé valiente, por favor: ¿qué lectura “insoslayable” tienes todavía pendiente?
Tengo una espina clavada llamada William Shakespeare, al que he leído poco.
¿Sabes de algún libro extranjero que habría que traducir con urgencia, o alguno descatalogado o muy desconocido que haya que reeditar para bien del mundo?
Por citar el último caso, European of Yesterday. A biography of Stefan Zweig, de Donald A. Prater. Es una excelente biografía del gran biógrafo.
Algún vicio inconfesable sobre libros (subrayar, tirar a la basura, robar, gastarte lo que no tienes, esconder los libros que compras para que no te riñan en casa, hacer listas y hasta estadísticas con los libros que lees, leer hasta el ISBN y el colofón…)
Soy muy ordenado con mi librería. Tengo los libros clasificados por autor, países de nacimiento y siglo, y en todos pongo mi ex libris.
Define tu perfil de librero/a ideal: tímido/a, parlanchín/a, con un ordenador en la cabeza, sabelotodo, a la última, clásico/a…
El librero ideal es el que conoce tus gustos, con el que hablas de literatura, y que, por tanto, te puede dar recomendaciones acertadas.
¿Qué tiene que tener una librería para que te apetezca volver a ella?
La verdad es que es difícil que no me apetezca volver a una librería, pero en las que tienen cierta especialización, muchas veces encuentras lo que estás buscando.
Recomiéndanos, por favor, un clásico (o varios), y un libro reciente.
Me ha impactado el ensayo de Irene Vallejo, El infinito en un junco, es un libro de historia, apasionante en su fondo y forma. Y como clásico, Crónica de una muerte anunciada de García Márquez, por su extraordinaria prosa y por su ritmo, parece que continuamente estás oyendo el tictac de un reloj.
[Y la pregunta número 10 la lanza María Vaquero, de la librería Todolibros, de Cáceres:]
“Es usted una figura curiosa, por insólita, en el mundo de las letras, y quizá usted pueda responder a algo que nos preocupa, dada su posición en el ámbito de la empresa, las altas finanzas, las auditorías, el derecho… Al parecer, la gente que de verdad (pero de verdad, de verdad…) entiende de dinero ha concluido que no merece la pena el sector del libro, que los beneficios que se pueden sacar de lo editorial son desdeñables, y no merece la pena dedicarles tiempo, que hay que incidir e invertir (y por tanto potenciar) en otros productos, apostar por otros modos de entretenimiento… ¿Sabe usted si esto es así?“
El mercado editorial presenta unas características que hacen difícil obtener grandes beneficios, requiere de inversiones en circulante, y está muy ligado al ciclo económico. No obstante, hay editoriales, tanto veteranas como de constitución reciente, que generan unos resultados razonables y presentan una sólida sostenibilidad.