Joker, la especialización es su éxito.

Joker es una librería con historia. Fundada en Bilbao en 1994 cuenta con más de 20 años de trayectoria dedicándose de manera preferente al cómic y siendo una de las librerías referentes del país en este género. El club de librerías kirico está muy orgulloso de contar con estos especialistas que complementan una parte de la produccion de los libros dirigidos a los lectores más jóvenes de la que todavía sabemos poco, aunque nos gusta mucho.

 
Para ser librera/o  ¿hay que tener vocación?
Indudablemente el factor vocacional es fundamental para dedicarse al sector del libro. El amor por la lectura y el conocimiento profundo del medio ayudan a realizar el trabajo de una manera más eficaz y profesionalizada. El resultado final tanto para el librero como para el comprador se ve reforzado y se genera un vínculo.
Qué es lo mejor y lo peor del oficio
El contacto personal con el lector, la satisfacción cuando los clientes vienen a agradecerte las recomendaciones, las charlas informales sobre las ediciones, en realidad las satisfacciones son innumerables.
No veo connotaciones  negativas al trabajo de librero. Por resaltar algo, nos preocupa la pérdida de establecimientos, algunos decanos en nuestra ciudad.
Tres requisitos necesarios para que la librería funcione bien.
Profesionalidad, difusión e innovación.
¿Qué autor o ilustrador te gustaría tener una tarde en tu librería?

 
Hervé Tullet
Recomiéndanos…
Un libro infantil para reírse
Superpatata de Artur Laperla, editado por Bang Ediciones.
 

Uno para disfrutar con las ilustraciones.
Al final de Silvia Nanclares y Miguel Brieva. Es un libro sin fin y al que puedes       realizarle muchas visitas y relecturas.

Un libro infantil que todos deberían conocer
Bone de Astiberri. Son nueve tomos llenos de aventura y fantasía. Una serie larga y maravillosa.

¿El mejor lugar para leer?
En casa, en el transporte público, en un parque… Cualquier sitio es bueno para abrir un libro.
Un deseo para las librerías.
Qué podamos recuperar unos índices aceptables de venta y la ilusión de recuperar esas tardes sin fin en las librerías.