En algún lugar de China, en el principio de los tiempos, el Dragón dejó una huella que aún hoy continúa irradiando fertilidad a cuanto la rodea: ciertamente, a un pueblo numeroso como las estrellas del cielo, pero también, para nuestro deleite, a una imaginación ilimitada y creadora materializada aquí y ahora en la letra impresa de las páginas de este libro, La Huella del Dragón.
En esta selección de cuentos con protagonista femenino, no todos son cuentos populares, hay algunos cuentos de autor actuales, vamos a conocer muy de cerca y en sus múltiples variantes a las buenas y malas mujeres, es decir: a las brujas y a las hadas. Y vamos a saber mucho de ellas y de su condición leyendo estas historias que se completan con poemas, canciones, recetas… un libro con muchas entradas para disfrutar desde las curiosidades, la información, el humor. Junto a los cuentos que nos han llegado de boca en boca aparecen cuentos de autores actuales que han escogido a estos personajes para escribir nuevas historias y darles una nueva oportunidad.
Y Scherezade besó las manos del rey, colocó sus pies sobre su regazo y comenzó. Contaba tan deliciosas y hermosas historias, que el rey y la hermana pequeña la escuchaban fascinados y se olvidaron del tiempo. En cuanto una narración llegaba a su fin, enseguida comenzaba Scherezade con otra nueva, hasta que vio afuera las primeras luces del amanecer. Noche tras noche, Scherezade va narrando un cuento al rey y de ese modo salva su vida. Así comienza un fascinante viaje al mágico mundo de Oriente, primorosamente ilustrado y narrado con pasión.
«La cabra montesina», «El peral de la tía Miseria», «La sopa de piedra», «¿Por qué el agua del mar es salada?», «Mariceniza» o «El cuento del gato» (versiones albanesa y argelina de «Cenicienta» y de «El gato con botas», respectivamente) son algunos de los 60 cuentos que componen esta antología, una selección del inmenso patrimonio oral de los países que se asoman a este mare nostrum. Son historias que se escuchan después de la cena, en las veladas de las largas noches de invierno, en la agitación de los mercados árabes, en las celebraciones familiares o en las cocinas mientras se prepara la comida… De ahí han salido estos cuentos que saben, huelen y suenan a mar, a ese mar que nos une y nos separa: el Mediterráneo.
Un día, la madrastra se miró en el espejo mágico y le preguntó, como siempre:«Oh, espejo, espejo de mi alcoba, dime, ¿quién es la más bella de todas?», y el espejo respondió, «Aunque tú eres muy bella, reina mía, Blancanieves es más bella todavía».
En algunos casos, las historias van pasando de padres a hijos, y lo habitual es que, aun traspasando las fronteras de los países, se conserven muy parecidas, con algunas pequeñas variaciones. Sin embargo en otros casos, aunque en menor medida, los protagonistas se rebelan y, hartos de que otros vayan contado lo ocurrido a su manera, deciden intervenir para contar su propia versión de los hechos. En este caso, es el propio lobo, mal llamado Feroz, el que viene a poner los puntos sobre las íes en esta desternillante historia en la que justifica a su manera cómo, en el caso de los tres cerditos, unos cuantos estornudos fueron los culpables de su mala prensa.
Pues sí, por fin el famoso y terrible lobo del cuento de los tres cerditos ha decidido contar su versión de los hechos. Porque no está nada de acuerdo con todas las versiones que han contado una y otra vez sobre él, donde le hacen quedar como un malvado al que solo le interesa comer cerdos y destruye todo a su paso. La historia verdadera es que estaba con un gran constipado preparando un pastel para su abuelita cuando se dio cuenta de que le faltaba un poco de azúcar. Así que salió a preguntar a sus vecinos. ¿Y tiene él la culpa de que el primer cerdito sea un poco tonto y construya su casa de paja? ¿Justo cuando él está constipado y tiene que estornudar? ¿Y va a dejar al cerdo muerto sin comérselo? Pues claro que no. Lo mismo ocurre con el segundo, pero de veras que él no tiene la culpa de su resfriado y de que los cerdos hagan esas casas tan débiles. Ahora bien, lo que pasó con el tercero, que hizo su casa de ladrillos, fue diferente porque insultó a su abuelita, y eso sí que no. Lástima que cuando empezó a soplar de rabia llegaron los policías y comenzó la historia equivocada. ¿Y a los lectores qué les parecerá esta versión?
KALANDRAKA presenta la adaptación de un cuento popular, originario de Cuenca, para primeros lectores; un relato rimado de estructura acumulativa y encadenada, cuyo ritmo se basa en la repetición de una estrofa. La gallina recurre a diferentes personajes que deben ayudarla a salvar su polluelo. Todos han de proporcionarle un elemento que a su vez es una condición imprescindible para que cada uno desarrolle una función concreta: la nube da agua de la que se nutre el prado, éste a su vez produce hierba de la que se alimenta una cabra, que debe suministrarle cuero al zapatero para que éste haga el calzado del ama de la avellaneda donde picotean la gallina y su pollito.