Cada letra tiene su cuento y es la protagonista de una historia singular. Las letras se han humanizado y se han convertido en los personajes de estas breves historias siempre llenas de humor, a veces de ternura. Ingenio en las ilustraciones y los textos de la mano de dos excelentes autores.
Virgilio odia leer con todas sus fuerzas, pero un día le anuncian en el colegio que un autor va a ir a visitarlos y se ve obligado a leer el libro. ¿Hasta qué punto cambiará la vida del chico? Una historia que nos habla del crecimiento personal y la superación de dificultades. También disponible en versión digital
Maggie está empeñada en no aprender a leer ni escribir en letra manuscrita. ¿Para qué, si puede hacerlo en ordenador? «¡Escribir a mano es anticuado!», proclama Maggie, que ya es la comidilla del colegio? hasta que su tutora le encarga una tarea ¡y la curiosidad de la niña puede más que su obstinación!
Tras las letras es un abecedario que esconde tantas historias como letras tiene el alfabeto. La primera de todas es un viaje en avión de la letra A, luego veremos extrañas jirafas y un koala que solo come kiwis, también se puede jugar al yoyó y hasta disfrazarse de fantasma.
Gracias a este original libro que incluye páginas de espuma, los más pequeños aprenderán las vocales, en mayúsculas y minúsculas, asociando vista y tacto. Al niño le encantará repasar con un dedo la forma de las letras mientras las dice en voz alta. Luego, si le señalas el dibujo que acompaña a cada una de ellas, irá relacionando vocales e imágenes y adquirirá rápida y fácilmente estos conceptos tan importantes para sus futuros aprendizajes.
El autor explora también el mundo de los niños, de la A de Aurelio a la Z de Zacarías. Estos niños indagan en el interior de sus pequeños universos, miran la vida con minuciosa atención y quedan perplejos ante sus descubrimientos; se mueven en espacios sin adultos que sirven para desplegar toda su imaginación.
De Amaya a Zoe, lo que hacen las niñas es insospechable, extraño y misterioso. Heidelbach nos propone un original alfabeto con el que no pretende ofrecer lecciones, sino mostrar las excentricidades instintivas, las fantasías incansables, los temores y, por qué no, la malicia implacable de las niñas.
Los personajes de Heidelbach tienen ideas ingeniosas: una aspira a convertirse en reina, otra afronta pruebas arriesgadas, una tercera, más precavida, se arma con hondas, cuchillos y hachas para ver la televisión. Todas ellas exploran en profundidad su pequeño hogar y saben sacar provecho del mobiliario, de los objetos más comunes y de muchos animales, reales o imaginarios.