Librería Diógenes

En la librería infantil de Diógenes hay un barril para sentarse a leer, recordando al filósofo y frugal Diógenes de Sinope que vivía en una tinaja y buscaba con su lámpara “Hombres honestos”. Aquí el barril sirve para sentarse al rufugio del trasiego de los clientes y tomarse un tiempo para hojear los libros  de una gran librería con un amplio fondo y libreros con vocación de encontrar lo que los niños pidan.

 
Para ser librera/o  ¿hay que tener vocación?

Puedes ser un buen librero sin tener auténtica vocación, pero te reduces a ser un gestor correcto y eficaz. Si tienes vocación te acercas a los libros con otra mirada, la mirada del que busca algo que le llene. Cuando descubres a un autor o un título que te guste de verdad, tienes un millón de argumentos para convencer a los demás. La pasión por la lectura es altamente contagiosa. El lector siempre volverá a la librería que le proporcione buenas y convincentes recomendaciones.

Qué es lo mejor y lo peor del oficio.

 Lo mejor del oficio es “tanto” que me cuesta enumerarlo. Estar rodeada de libros y recibir constantemente las novedades y las reediciones, te permite aprender a seleccionarlos, desarrollas un olfato infalible y, por consiguiente, disfrutas más de lo bueno. En segundo lugar, si te implicas en tu trabajo como hacemos los libreros del Club Kirico, y tratas de estar en contacto con editores, escritores e ilustradores, tienes el privilegio de conocer de primera mano el proceso de creación y la magia del mundo de la literatura infantil. Por último, en tu día a día en la tienda, te cargas de la energía positiva de los niños, que pegan un grito de emoción cuando encuentran el librito que estaban buscando o soñando, y de los jóvenes que entran casi corriendo para conseguir el ejemplar que tanto estaban esperando.  En fin,  la gratitud de los padres que vuelven a buscar otro libro del autor o la saga que le recomendaste y que ha conseguido que su hijo o hija se enganche a la lectura.

Tres requisitos necesarios para que la librería funcione bien.
1. Una buena selección. 2. Que no falten los libros “de cabecera”, los grandes recomendados de todos los tiempos. 3. Que se consiga acercar los autores a los lectores, a través de presentaciones o cuenta-cuentos.
¿Qué autor o ilustrador te gustaría tener una tarde en tu librería? Mi sueño es tener aquí a Emilio Urberuaga. Es mi ilustrador favorito. Y me muero por preguntarle qué sintió mientras dibujaba “El discurso del Oso” de Julio Cortázar.

Recomiéndanos…

• Un libro infantil para reírse: un clásico, “El secuestro de la bibliotecaria”, de Margaret Mahy (Alfaguara), y uno actual, “Ana y Froga” de Ricard Anouk (Blackie Books)

• Uno para disfrutar con las ilustraciones: “Secretos en el bosque” de Jimmy Liao (Barbara Fiore)

• Un libro infantil que todos deberían conocer: “Los libros de A” de Joseph Lluis Badal (La Galera), es un libro ideal como lectura compartida, para leer en familia.

¿El mejor lugar para leer? Sin duda el sofá de mi casa, con acompañamiento imprescindible de una infusión especiada y el ronroneo de mi gato.
Un deseo para las librerías. Que nunca se extinga el amor por el libro en papel.
(La entrevista la ha respondido Chiara Delle  Donne)