“Aniquilación” de Michel Houellebecq

Aniquilación

Aniquilación

Houellebecq, Michel

ISBN

978-84-339-8121-9

Editorial

Editorial Anagrama

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Año 2027, un futuro inmediato, un futuro en el que muchas cosas han cambiado y sin embargo las importantes siguen siendo idénticas, un futuro que no es precisamente el de Matrix, un futuro pesimista hasta la médula: «Algunos lunes de los últimos días de noviembre, o de principios de diciembre, tenemos la sensación, sobre todo si uno es soltero, de estar en el corredor de la muerte».

Aniquilación, la nueva novela de Houellebecq parte del presupuesto clásico en su literatura: una completa falta de fe en los aspectos morales, políticos, económicos, sociales, en todos los ámbitos de la vida contemporánea. Sin embargo, en ella el amor juega un papel preponderante, central, lúcido, desgarrado, un amor que lo impregna todo, desde el amor de pareja hasta el filial y el relacional.

En Aniquilación asistimos a un juego dual en el que una pareja se desmorona, mientras que otra, la de los protagonistas, se adentra progresivamente en un territorio que parecía condenado al ostracismo afectivo. Las cenas, el asfalto, la monótona cultura burguesa, las relaciones sociales con terceros, la exasperante rutina…, dan paso a una cercanía progresiva entre Paul Raison y su mujer.

También desfilan otros muchos otros temas por sus 600 páginas que, claro, nos resultan familiares en la narrativa del autor galo. La desconfianza en la tecnología es uno de ellos (el protagonista sigue utilizando un iPhone 11, mientras que el mercado ofrece ya la versión 23). El mal, en una novela que también coquetea con la roman noire, se canaliza, precisamente, a través de la tecnocracia. Los hilos que mueven el mundo, instrumentalizados por la política pero ejercidos desde el poder hegemónico y fáctico de la economía, escondidos al ciudadano de a pie, también son otro pilar fundamental de Aniquilación. Y la religión, por supuesto, analizada tanto desde la postura nihilista nietzscheana como desde la más recalcitrante y tradicional, en un enfrentamiento dialéctico, hegeliano, sistema habitual en su particular forma de enfrentarse a las cuestiones morales.

Aniquilación es una novela tan rica en temáticas y de matices tan interrelacionados, que lo mejor que podemos hacer es concluir recomendando leerla sin falta. Y a diferencia de todo lo anterior que conocemos del autor, nos ha parecido mucho más clásica de lo que él mismo, quizá, podría llegar a reconocer. Sin embargo, y le pese a quien le pese, sigue rompiendo moldes, metiendo el dedo en las llagas contemporáneas, provocando y desafiando la corrección política y las convicciones actuales y ridiculizando el enfrentamiento ideológico y político tan radical en el que vivimos inmersos.

Rafa G. Rivas, Sputnik (León)