“El Gabinete de los Ocultistas”, de Armin Öhri
Verano y novela policíaca o thriller parecen dos términos que entrelazan sus dedos a la perfección a la hora de consolidarse como la pareja perfecta para los anhelados días de mar, arena y despreocupación. De hecho son múltiples y variadas las publicaciones que abarrotan las estanterías de nuestras librerías de confianza prometiendo crímenes trepidantes y misterios que nos harán devorar, ansiosos, las páginas de nuestro preciado tesoro titubeante aún en nuestras manos.
Lo que quizá nos cuesta más imaginar es que Impedimenta, una de las editoriales con el catálogo más flexible y versátil que podemos encontrar, abogue por una de estas fórmulas de éxito y, al mismo tiempo, que la calidad sea la suficiente para mantener la cabeza bien alta frente a la vorágine de publicaciones en esta línea. Esta novela demuestra que se puede aunar esa incertidumbre que no te permite despegar los ojos del papel y, al mismo tiempo, que la trama no se precipite al abismo, víctima de la prisa y la carrera hacia el efectismo.
El Gabinete de los Ocultistas de Armin Öhri, publicado originalmente en 2014 y recuperado por Impedimenta en este 2021 (en traducción de Elisa Martínez Salazar), reúne la mezcla milimétrica entre un tempo preciso que, a su vez, permite la cadencia que gota a gota se desliza por el labio de la historia en dirección hacia el expectante labio del lector.
Si con La musa oscura, publicado en 2016, conocimos por primera vez a los jóvenes Julius Bentheim y Albrecht Krosick, en este segundo caso volveremos a acompañarles en la resolución de unos asesinatos, a priori, fruto de unas secretas y malditas sesiones de espiritismo.
Uno de los puntos fuertes de la novela son precisamente los espacios vacíos, silenciosos, que van sucediendo a los instantes previos al desastre. Lo velado es más clarificador que lo que se expone a la plena luz. Con un estilo elegante, que permite también sus momentos de ironía y frescura, Öhri plantea una trama policíaca que va descubriendo sus trucos poco a poco y que además se va intercalando con otros momentos que nos ayudarán a contextualizar no sólo el paisaje del tiempo de la novela, sino también algunas aristas importantes para el despliegue de sus personajes.
El sutil trazo de unos personajes carismáticos, cuyo valor reside en su personalidad y en el reconfortante hecho de que no caminan tres pasos por delante de ti, que eres capaz de descubrir a través de sus ojos lo que ante los tuyos aún no había sido capaz de materializarse.
Sin duda, una novela que hará las delicias de aquellos que buscan una lectura adictiva pero que no quieren renunciar a una narración de calidad, tal y como Impedimenta nos tiene acostumbrados.
Cristina Contreras, La Montaña Mágica (Cartagena, Murcia)