“El teatro de los hermanos Seagrave” de Joanna Quinn

El teatro de los hermanos Seagrave

El teatro de los hermanos Seagrave

Quinn, Joanna

ISBN

978-84-18059-99-5

Editorial

Catedral

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El teatro de los hermanos Seagrave, de Joanna Quinn, narra la vida de tres hermanos en la Inglaterra rural durante la primera mitad del siglo XX, desde 1919 hasta mayo de 1945.

Los Seagrave son una familia poco corriente que reside en una hermosa mansión situada en la costa de Dorset, Chilcombe. Los niños crecen en un entorno bastante salvaje: disfrutan del campo, la playa y las olas del mar con una libertad inusual para la época. No reciben demasiada atención por parte de los adultos. Tanto sus padres como los sirvientes están tan absortos por los invitados que pululan siempre por la casa, que se olvidan de controlar a los niños. Sus padres, inmaduros y narcisistas, viven en una burbuja de lujos, fiestas y alcohol.

Los tres hermanos son como una tribu liderada por Christabel, la mayor, una chiquilla independiente, atrevida y aventurera. La segunda es Flossy, delicada y soñadora, y el más pequeño es Digby, que ya desde niño se verá beneficiado por una serie de privilegios reservados sólo a los varones, como vestir ropa cómoda o recibir una educación fuera de casa. Christabel, inteligente y autodidacta, adora leer y entretiene a sus hermanos con las obras de Shakespeare en su habitación favorita, una oscura y fría buhardilla que siempre representará la unión entre los tres. Un momento decisivo en su infancia será cuando aparece una ballena varada en la playa y Christabel decide construir un verdadero teatro con  los enormes huesos del animal. Con la ayuda de algunos amigos artistas de sus padres, y gracias a su desbordante imaginación, crean un lugar que marcará la vida de los niños para siempre y será un signo distintivo de Chilcombe durante muchos y felices años: el teatro de los huesos de ballena. En ese momento los tres hermanos están absolutamente compenetrados y adquieren seguridad en sí mismos.

Pero el tiempo pasa, los niños crecen y la vida idílica en Chilcome se ve afectada por los terribles acontecimientos que azotan Europa: el fascismo, la Segunda Guerra Mundial y la profunda y prolongada crisis económica. Los habitantes de la mansión van decidiendo qué papel asumirán en la historia de su país, y la casa se va vaciando. “Resulta extraño pensar que toda la gente que conocemos está ahora en nuevos e inesperados lugares. Es como si la guerra hubiese agitado el mundo como si fuera un par de dados y cada uno de nosotros hubiera salido disparado en una dirección diferente” (p. 259).

Cuando acabe la guerra todos habrán cambiado profundamente y Chilcombie tendrá que adaptarse a los nuevos  tiempos. Nada volverá a ser como antes.

Bajo la pluma de la escritora, Joanna Quinn, esta peculiar y excéntrica familia se convierte en el reflejo de una época de cambios radicales. En los años veinte y treinta, superados los horrores de la primera gran guerra mundial, en la clase alta británica todavía existía la ilusión de poder llevar una vida despreocupada, alejada de todo lo demás. Vivir de la renta familiar, derrochar el dinero heredado en objetos superfluos y deleitarse con eventos mundanos frívolos eran actos que durante un tiempo consiguieron llenar el vacío de su crisis existencial. Pero la borrachera duró poco. El terremoto que supuso la Segunda Guerra Mundial sacudió los cimientos de una clase acomodada destinada a desaparecer o, en todo caso, a evolucionar.

Toda la novela parece una obra de teatro muy bien construida, donde los actores, tanto los principales como los secundarios, van ganando en profundidad según avanza la narración. Algunos se pierden en el camino, porque no saben descifrar el papel que los nuevos tiempos les han asignado, o porque lo rechazan. Pero los demás van adquiriendo una personalidad cada vez más definida, enseñando al lector cuáles son los padres y las madres del mundo, tal y como nosotros y nosotras hemos podido conocerlo.

Chiara Delle Donne, Librería Diógenes (Alcalá de Henares, Madrid)