“El último oso” de Hannah Gold
El pasado mes de marzo las librerías Kirico seleccionaron “El último oso”, novela juvenil de Hannah Gold publicada por Duomo Ediciones, como uno de los Libros del Mes.
Ahora que llega el verano, esta novela de aventuras y de amistad que transcurre en el Círculo Polar Ártico, uno de los puntos remotos del planeta, se presenta como una opción perfecta para disfrutar de una lectura emocionante, tierna y sí, comprometida.
April Wood tiene once años, le gusta el chocolate caliente, se comunica mejor con los animales que los humanos y, como ella dice, vive una “normalidad rara”. Huérfana de madre desde los cuatro años, su padre es científico, se dedica a investigar los ciclos metereológicos y apenas pasan tiempo juntos.
Un día, su padre recibe una carta con su próximo destino de trabajo: pasarán los próximos meses en la Isla del Oso, una pequeña isla del archipiélago noruego de Svalbard, en el mar de Barents, donde, a pesar de su nombre, ya no quedan osos polares. Únicamente hay paisaje (bello, extremo, salvaje) y una estación metereológica que se usa para medir los cambios de temperatura y saber cómo afecta el calentamiento global a la región ártica.
Lejos de arredrarse, April encara esta oportunidad como la ocasión de conocer un mundo “silencioso e intacto” y, sobre todo, de pasar más tiempo con su padre pero, en cuanto llegan a la isla, descubre que no será así. Su padre sigue refugiado en su trabajo y ella inicia sola sus exploraciones por una isla majestuosa de montañas, cuevas y playas.
Un día cree ver una enorme silueta en el horizonte, ¿será un oso polar?, ¿es eso posible?, y ya no cejará en su empeño hasta que acabe encontrando a “la criatura más majestuosa que había visto nunca.”
A partir de su encuentro, April y Oso desarrollarán una fascinante amistad a base de cuidados, descubrimientos mútuos, rugidos, mantequilla de cacahuete y exploraciones.
Son muy emocionantes los pasajes en los que April aprende a rugir como Oso o a escuchar el corazón de la isla, y ambos consiguen trasladarnos la angustia y la desesperación ante la misión de devolver a Oso a Svalbard, a 400 kilómetros de allí.
En su primera incursión en la literatura infantil y juvenil, Hannah Gold ha construido una historia extraordinaria, que juega con el realismo y la ficción.
El emplazamiento es real y también es (infelizmente) real que el deshielo de los casquetes está poniendo en peligro la supervivencia de una especie como los osos polares. Pero al trazar esa mágica amistad entre un animal salvaje y una niña consigue abrir una ventana a la esperanza, emocionar a pequeños y mayores, y crear un camino universal de protección y cuidados.
El carácter decidido y valiente de April, la descripción de los paisajes a través de sus ojos y sus sensaciones, la personalidad de Oso, tan fuerte y a la vez tan desvalido; los momentos mágicos de comunicación y juego entre Oso y la niña, la fuerza de las ilustraciones en blanco y negro de Levi Pinfold que intensifican al máximo el relato, la evolución de la relación entre padre e hija, y la operación para devolver a Oso a Svalbard, son algunos de los aspectos que más nos han gustado de esta novela que constituye un rugido de amor por el planeta.
Sonia Domínguez, Grupo Kirico