“Hermanas” de Bernard Minier
Etiquetar Hermanas, de Bernard Minier como novela negra es evidente. Tras su oscura presentación, dos jovencitas, hermanas, aparecen muertas junto al Garona vestidas de Primera Comunión y un joven policía, de formación humanista pero reconvertido a investigador en la policía judicial, se va a enfrentar a la maldad engendrada por la literatura.
En la lectura las etiquetas se hacen difíciles, porque la historia es original, los giros inesperados y los misterios oscuros, claro, pero el caso es que las adorables hermanas se pirran por un autor turbulento que despierta en sus lectores lo perverso, el deseo de jugar con fuego y Bernard Minier, el creador de ese exitoso escritor, oculta a veces la línea entre el bien y el mal, dejándonos ese trabajo. No escribo por escribir: ¿hemos olvidado que las niñas no entran solas en un bosque al anochecer? Según como se formule esta pregunta y como se responda, uno se coloca en un lado u otro de esa línea. Minier no plantea explícitamente la pregunta y su respuesta es lo mejor de la novela. Bueno, eso y utilizar como coartada la asistencia a un concierto de The Cure.
Como en la vida, los problemas no resueltos se enquistan y Martin, el detective de esta historia, tendrá que extirparlo veinticinco años después con un equipo distinto, un entorno legal distinto y unos medios de análisis de pruebas distintos. El crimen que ha quedado resuelto en 1993 espera sin embargo hasta el final definitivo en 2018, mientras las sorpresas van explotando entre los análisis de ADN y la venganza. La venganza, un tema, literariamente, muy francés, a la altura de su mejor perfumería.
Toulouse, una ciudad medieval que hoy es referente en la industria aeroespacial, es el marco de esta trama, y Bernard Minier la presenta con el atractivo con el que Domingo Villar presenta Vigo. Las ciudades y los paisajes son tan protagonistas, en la literatura criminal, como las víctimas, los asesinos, los detectives o las pruebas. En su realidad facilitan el mágico viaje a la ficción.
Antonio Chéliz, La General (Aínsa, Huesca)