“Lo que lee un editor” de Javier Castro Flórez

LO QUE LEE UN EDITOR

LO QUE LEE UN EDITOR

JAVIER CASTRO

ISBN

978-84-948480-7-0

Editorial

MICROMEGAS EDICIONES

Donde comprarlo

Esto no es una compilación de reseñas literarias, sino una reunión de cosas relacionadas con los libros. La enjundia está en qué libros y en qué cosas. Javier Castro Flórez fue galerista en Cáceres y es galerista, coleccionista, editor y gestor cultural en Murcia. Creó y dirige la Fundación Newcastle, que realiza exposiciones en las paredes de una casa de muñecas de la marca Chaves modelo Newcastle 38061, de 34 x 40 x 75 cm., que tiene varias plantas. Las obras están en suelos y paredes. Son, ésa es su naturaleza, pequeñas (según qué, según para quién). Después y durante la fundación fue la editorial. Castro es persona de reglas, se diría que se divierte especialmente con esa parte de los juegos. Por eso Newcastle Ediciones tiene por norma que los libros cuesten unos 6 u 8 euros; son también pequeños. Y por eso cuando decidió escribir artículos en la separata de literaturas varias de un diario local quiso que las palabras de cada texto fueran exactamente seiscientas treinta y seis, las que tenía por puro azar el primero que escribió. A Castro le han pasado mil cosas, escucharle es un parque de atracciones, es como para algunos ver una película de Sorrentino: a los diez minutos ya has visto unas cuantas cosas bárbaras y te frotas las manos sabiendo que falta por lo menos hora y media de película. También sucede con Castro que llega un momento que piensas: no puede ser, por favor, pare usted. Pero con regocijo lo piensas.

El editor de Lo que lee un editor investiga concienzudamente a cada una de las personas que va a publicar y les trata como estrellas, desde el fanatismo. Además, lleva siempre que camina por la calle, siempre que va a sitios, un libro en las manos. Lo recuerda Antonio Ubero en el prólogo, y lo cuenta también el editor en un capítulo especialmente emotivo, hacia el final (el único que se publicó en otro medio) cuando relata los tres días en que ni siquiera un libro le acompañaba, en que dejó de ser lector para ser actor. Y es un editor que como dije al inicio no escribe reseñas. Hacia la mitad del libro nos explica que él tiene claro que sus textos no serán crítica literaria, sino que hará lo que él denomina un “Cernuda en Grecia”. Cuenta en el artículo sobre Joan Didion que asistió a una mesa redonda en el Museo Ramón Gaya (conózcanlo) que llevaba por título “El altar de muertos”, y en la que intervenía Soren Peñalver (conózcanle). Dijo el poeta murciano que su charla sería sobre Cernuda y Grecia, para explicar a continuación que Cernuda nunca había pisado Grecia, y que sin embargo él si lo había hecho y que allí había leído al sevillano. Y que de eso iba a hablar. Y según cuenta Castro, aquello fue magistral. Y era Cernuda y era Grecia. Pues así nos habla este editor de los libros que lee, pasea y pastorea: incidiendo en toda la vida que rodea a cada lectura y hablando, desde cualquier lugar, de la pasión que le despiertan quienes los escribieron. En realidad, éste es un librito de amor a los libros sobre todo por lo que los libros tienen de vida, y por la vida que colinda con los cuatro bordes de sus cubiertas. Lo que elije su autor es lo que le gusta, de la literatura y un poco de la existencia.

Les copio como cierre un fragmento. Castro cuenta cómo fue la fiesta de despedida de uno de los compañeros de su trabajo. Cuando ya se iba, el autor le dijo que disfrutara de su campo, y “Carlos me contestó que dejara los libros, que siempre iba con uno a todos lados cuando no valen nada más que para encender fuego. La gente se rio y yo también, porque pensé que tenía razón, que los libros dan luz y calor como si encendieran un fuego. Lo que pasa es que no de parrilla ni hoguera: es un fuego de interior, que uno lleva dentro”.

Javier García Clavel, Librería Atenea (Murcia)

 

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