"Morir no es lo que más duele", de Inés Plana
Los libreros tenemos la suerte de percibir de primera mano las sensaciones de un lector al toparse con un libro que le atrae. Por ello, hay que reconocer el trabajo del equipo de Espasa para ofrecernos una novela que hipnotiza con sólo verla.
Cuando comenzamos la lectura de Morir no es lo que más duele, la autora Inés Plana nos sumerge en una trama acuciante, con un ritmo que fluye durante más de cuatrocientas páginas. Los personajes, muy actuales, muy marcados, con mucha personalidad…, podríamos ser nosotros mismos. Los paisajes y poblaciones de la zona noroeste de Madrid, salpicados de urbanizaciones impersonales –donde muchas veces no conocemos a nuestros vecinos–, ayudan a crear una bruma que enturbia nuestro cerebro. En ese momento nos adentramos en la ficción de Inés Plana. Hemos caído en el juego de la autora.
La presencia, cercanía y valores de la Guardia Civil se manifiestan abiertamente en la novela y esto marca la elección del teniente Tresser como investigador y de su joven compañero Coria. Destacaremos la documentación sobre los protocolos de actuación, muy exhaustiva. Nos ha encantado el lenguaje directo, vibrante, sin adornos, que atrapa. Los crímenes de género y los abusos de menores aparecen en la novela, aunque en ningún momento apreciamos la sensación de sordidez.
Los libreros barbastrenses nos sentimos orgullosos ya no sólo de acoger una novela de una autora de nuestra ciudad, sino de poderla recomendar a los lectores con la total convicción de acertar.
Y como lo bueno siempre resulta breve, Inés Plana nos deja con ganas de más, aunque estamos convencidos de que no tardará en sorprendernos con otras tramas tan ágiles como la de Morir no es lo que más duele. Que la disfruten.
Víctor Castillón y María Pilar Ezquerra, Librería Castillón (Barbastro, Huesca)