“Recuerdos de un jardinero inglés” de Reginald Arkell
Recuerdos de un jardinero inglés
Reginald Arkell
ISBN
978-84-18264-71-9
Editorial
Periférica
Traemos hoy a este foro una propuesta amable. Se trata de una novela publicada recientemente por la editorial Periférica cuyo título, Recuerdos de un jardinero inglés, nos da bastantes pistas. Su autor, Reginald Arkell, guionista y novelista inglés, vivió también los años que se narran en esta historia. Fue publicada en los años 50 bajo el título Old Herbaceous –que hace referencia al mote que los chicos del pueblo asignan al protagonista– y se ha convertido ya en un clásico de la literatura inglesa moderna.
Se trata de una historia sencilla y precisamente ahí radica su mayor interés, en ella un octogenario en la etapa final de su vida rememora su periplo vital contándonos el discurrir de una vida tranquila, sin grandes sobresaltos, una vida consagrada exclusivamente a su gran pasión: la jardinería.
El protagonista fue un niño solitario enamorado de las flores silvestres que a lo largo de su vida tuvo la suerte de encontrar quien le estimulara para finalmente poder dedicar todos sus esfuerzos y conocimientos al trabajo paciente y meticuloso del cuidado de un jardín, pues acaba siendo, nada más y nada menos que jardinero jefe en una gran mansión. Es ésta una típica mansión inglesa, en un típico pueblecito inglés al que no le falta nada para serlo: un párroco, una maestra de escuela, unos vecinos rebosantes de virtudes y defectos a partes iguales y, por supuesto, unos concursos florales que son la envidia del condado. Leemos esta historia inmersos en un jardín maravilloso, nos rodean dalias, campanillas, tulipanes silvestres, orquídeas, gordolobos… pero sobre todo las páginas de este libro rebosan color: rojos vivos, amarillos intensos, suaves violetas y azules tan bellos que “llegan a doler”… Hay algo hermoso, por obvio, en esta novela, ni todos los patronos son tiranos despreciables, ni todos los trabajadores de estrato social inferior son grandes personas por el solo hecho de provenir de una capa social inferior y haber tenido una vida más difícil, los matices son comunes y a pesar de ello es posible el entendimiento.
Además de esta bonhomía que impregna toda la novela y que resulta tan oportuna hoy día, en algunos momentos el autor “colorea” más aún su texto con breves muestras de humor, un humor que recuerda las novelas de otro ilustre de las letras inglesas, P.G. Wodehouse.
Volviendo a la historia de este jardinero, transcurre ésta entre las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del XX. La sombra de las dos guerras mundiales se deja entrever a lo largo de la historia –a pesar de que el protagonista no participa activamente en ellas a causa de una leve cojera de la infancia– recordándonos que el caos acecha siempre cualquier paraíso, por protegido que éste se halle. Transcurridos los años de vacío, de nuevo el jardín vuelve a resurgir y el color una vez más lo impregna todo, narcisos, crisantemos, buganvillas, plumbagos, belle de nuit… y es que, nos dice Arkell, “si los jardineros pudieran reunirse y aclarar las cosas, se acabarían los problemas del mundo”.
Resulta éste un libro inspirador –la sugerente ilustración de la cubierta ya por sí sola lo es–, una ruptura momentánea con la realidad, un pequeño paréntesis de abandono, de dejarse llevar. Como es sabido, es ésta una de las grandezas de la literatura, la posibilidad de habitar mundos distintos, de vivir vidas intensas, complejas a veces, dramáticas incluso, pequeñas sacudidas de conciencia, y, a la vuelta de la esquina, encontrarnos con textos como éste, un texto aparentemente sin grandes pretensiones, un libro que entretiene, provoca sonrisas y reconforta. Probablemente no resolvamos los grandes problemas de la humanidad con la lectura de este libro (¿o sí?) pero lo que sí es seguro es que le sentará muy bien a nuestro espíritu y eso, en los tiempos que corren, es mucho.
Ester Vallejo, Librería Jurídica Lex Nova (Madrid)