“Rojo” de Michael Hall
Rojo es una cera de colores con un gran problema. No consigue pintar como se espera de ella. En la etiqueta pone rojo, pero las fresas le salen azules y el coche de bomberos, también. A su alrededor empiezan los comentarios; el maestro, su madre, los abuelos, los compañeros, todos intentan “arreglar” la situación. ¿Será por falta de atención? ¿Quizás trabaja poco? Si se junta con los colores adecuados…
Pero a pesar de las ayudas y del afecto de sus amigos no hay manera de que pinte rojo, por mucho que se esfuerce. Hasta que conoce a una nueva amiga, el color Baya, que le propone pintar un mar azul. Duda, prueba y entonces Rojo descubre que ¡Ella es azul! Ya no hay nada que se le resista… si es de color azul.
Con la complicidad del lector, que todo el tiempo sabe dónde está el problema, y con pocos elementos gráficos, Michael Hall es capaz de transmitir cualidades y sentimientos a los personajes, que van asumiendo roles claros y conocidos. Utiliza también los fondos de página alternando el negro y el blanco como escenario para la protagonista o el resto de los colores, y esta estética infantil y sencilla en apariencia conecta muy bien con el pequeño lector.
Pero el acierto de “Rojo. Historia de una cera de colores” (Takatuka) es dejar que cada uno saque sus propias conclusiones. Intuyen el tema, aprecian el humor y las sorpresas, se dan cuenta del fracaso, del esfuerzo, de la tolerancia necesaria, pero lo hacen de manera natural, sin necesidad de recetas. En definitiva, un álbum diferente, con diferentes niveles de lectura, en el que cada lector encontrará motivos para la reflexión.
Mercedes Brugarolas, Letras Corsarias (Salamanca)