“Un tributo a la tierra” de Joe Sacco

Joe Sacco (Kirkop. Malta, 1960) vuelve a las librerías con una obra en la que una vez más el cómic se convierte en la herramienta idónea para abordar un gran trabajo periodístico. Posiblemente Sacco sea el mejor autor para contarnos una historia real, una crónica a través de viñetas. Puede gustar o no el “periodismo historietístico”, pero no creo que haya nadie a estas alturas de la película que no conozca a Sacco y su bibliografía.

Suyos son títulos como Notas al pie de Gaza, un reportaje en profundidad sobre un crimen olvidado en uno de los lugares más controvertidos del planeta: la franja de Gaza; Palestina, la primera gran obra periodística de Sacco y, a la postre, uno de los mejores trabajos políticos e históricos publicados en los últimos años; o Gorazde. Zona segura, en el que nos muestra el horror de la Guerra de los Balcanes centrado en el enclave musulmán de Gorazde, duramente castigado por las tropas serbo-bosnias. En La Gran Guerra, Sacco nos muestra con un sinfín de detalles, en un dibujo desplegable de más de siete metros de largo, los crueles acontecimientos de la batalla del Somme.

Ahora, en Un tributo a la tierra, publicado en España por Reservoir Books, el genial dibujante maltés nos presenta “una obra maestra del periodismo gráfico sobre los pueblos indígenas de Norteamérica, la explotación de recursos naturales y nuestra deuda con la tierra”. A través de 264 páginas nos muestra el difícil equilibrio entre el desarrollo económico y la salvaguarda de las tradiciones ancestrales de los pueblos indígenas.

Uno siempre quiere pensar que cuando vives en una vasto territorio lleno de recursos naturales como petróleo, gas y diamantes, todo puede resultar más fácil para sus habitantes. Pero cuando has nacido en una comunidad indígena, que hasta hace una o dos generaciones se movía por todo el territorio con trineos tirados por perros y vivía en armonía con la tierra, y te ves obligado a adaptarte a un sistema capitalista occidental donde el dinero manda las cosas pueden complicarse mucho más de lo que crees. Lo primero es que esa tierra que contemplas no es tuya. Y descubres que los tratados con el “hombre blanco” no dejan de ser papel mojado. La tierra es de un gobierno que va a anteponer antes que los intereses de los pueblos que administra, sus propios intereses. Está en juego la extinción de una cultura y la lucha por la supevivencia.

Sacco, como en otros de sus trabajos, se desplazó para documentarse sobre el terreno. Viajó a los Territorios del Noroeste de Canadá para adentrarse en un paraje helado donde conocerá de primera mano la realidad del pueblo “dane” y dará voz a una galería inédita de personajes: tramperos, jefes indígenas, activistas, sacerdotes…

Conoceremos cómo las comunidades tratan de adaptarse a una situación que choca frontalmente con su cosmovisión de las cosas. Cómo las reglas siempre juegan a favor de los más poderosos y cómo sus sociedades se deterioran víctimas del alcohol, la violencia familiar, una auténtica lacra. Cómo las inversiones y el trabajo llegan acompañadas de la tala de árboles, el fracking, los vertidos tóxicos y los oleoductos. Cómo los modos de vida tradicional son deformados por un sistema educativo pernicioso que pretende “sacar al indio del niño”.

Quizás es un tema que no nos toca de cerca, pero todos somos capaces de entender muy bien qué persigue esta obra. Vemos ejemplos así en todos los rincones del planeta. Si te gusta este tipo de cómic denuncia te gustará esta obra.