“Vernon Subutex 2” de Virginie Despentes

Leí la primera entrega de Vernon Subutex el verano pasado, durante una estancia en París. Me llevé La educación sentimental de Gustave Flaubert para empaparme de imágenes nostálgicas de un París de otros tiempos, y esta novela de Virginie Despentes, que me iba a proporcionar el contrapunto de una visión crítica de la actual capital francesa. Había leído ya algún artículo de la escritora, siempre tan cáustica y mordaz, pero no me esperaba encontrar un retrato tan duro.

París emerge de sus páginas como una ciudad decadente y desoladora. Miraba por la ventana de mi romántica buhardilla parisina y sólo veía un sol radiante, una calle adoquinada muy limpia y la puerta abierta de una extraordinaria librería de barrio. Parecía imposible que fuera la misma ciudad en que Vernon, después de haber sido un exitoso vendedor de discos, empieza su descenso a los abismos de la soledad, el alcohol y la droga, hasta convertirse en un sin techo. En un primer momento la historia me desagradó sobremanera, pero no pude dejar de leerla.

Tenía que saber si Vernon iba a levantar cabeza, si puede haber esperanza para un hombre de mediana edad que lo ha perdido todo porque ya no encaja en un mundo que ha cambiado tanto en el salto del siglo XX al XXI.

Con las mismas ganas irresistibles cogí en mis manos la segunda entrega, para seguir el rumbo de esta caída en picado.

Librería Diógenes, Alcalá de Henares (Madrid).(Síguenos en facebook)

Sinopsis:

Vernon sigue en la calle y ha perdido todo contacto con el mundo real. El parque Buttes-Chaumont, al nordeste de París, es ahora su nuevo hogar, y allí convive con otros vagabundos, sin ser consciente de que se ha convertido en una especie de celebridad en internet y de que sus antiguos amigos, un heterogéneo grupo de individuos socialmente muy dispares, lo buscan desesperadamente. Todos quieren conocer las grabaciones que la estrella del rock Alex Bleach dejó en sus manos antes de morir.