"Días sin final", de Sebastian Barry
Lo ha dicho inmejorablemente Robert Gottlieb en su reciente reseña en The New York Review of Books de la edición norteamericana de esta novela: “Las novelas de Barry nos dan vidas antes que argumentos, y ahí precisamente radica su fuerza”. Las novelas de Sebastian Barry, como suele ocurrir a muchos autores extranjeros en España, han ido saltando de catálogo en catálogo: la primera en la antigua Lumen, dos en la extinta La Otra Orilla y otras dos más, las anteriores a ésta, en Alba hasta alistarse con Días sin final en las filas de Alianza (regimiento AdN). Sin haber leído estas otras, dudamos si esta novela, traducida al español por Susana de la Higuera, hay que leerla de forma exenta del conjunto de su narrativa o nos invita de forma poderosa a sumergirnos en su obra.
Sea como sea, la voz embriagadora de Thomas McNulty nos guía, sorteando peligros y muertes casi seguras, por diversas vicisitudes enmarcadas en las guerras indias y la Guerra de Secesión de los Estados Unidos. Su amor por John Cole y más tarde el de ambos por Winona, una niña sioux a la que adoptan, acaba sirviéndoles de escudo protector frente a las penurias, cuando la muerte (por bala, flecha, hambruna o enfermedad) les anda rondando a cada poco, y haciendo que el lector se sienta hondamente concernido por estas tres vidas y haga votos por su supervivencia. Aunque el relato de McNulty parezca sobrevolar por encima de las circunstancias históricas, no deja de retratar las aperreadas vidas de las gentes (los famélicos indios, los mal pagados soldados), como tampoco de describir con acentuado lirismo los despejados paisajes o incluso los combates. Hay un aire inconfundible de esperanza, de alegría, en todo lo que se nos cuenta. Por eso es imposible no dejarse atrapar por la voz del narrador desde la primera línea y caminar con él y abrir los ojos cada amanecer a la eterna novedad del mundo. No importa que sea una novela gay o del Oeste o histórica o todo eso junto porque Días sin final es una novela con mayúsculas.
Librería Rafael Alberti (Madrid)