Yasmina Khadra es el pseudónimo con nombre de mujer que a partir de 1989 este escritor decide tomar. Un hombre a caballo entre dos culturas, la europea y la árabe, cuya indecisición políitico y social también la arrastra en el amor.
Es una historia muy bien narrada que se extiende a casi todo el Siglo XX argelino.
La ciencia o arte de dirigir empresas y organizaciones se conoce en el mundo de la economía y la empresa con el nombre de management.
Introducirse en esta disciplina podría resultar arduo y laborioso pero, si lo hacemos tutelados por personajes del relieve de Vito Corleone, Mahatma Gandhi, Rodrigo Díaz de Vivar o Edith Piaf, entre otros; si aprovechamos instantes y momentos claves de su existencia para obtener ejemplos de toma de decisiones veremos que lo que antes parecía peliagudo y espinoso se vuelve factible, sencillo y llevadero. Esta es una de las grandes aportaciones del Catedrático Javier Fernández Aguado, uno de los más prestigiosos expertos internacionales en management y liderazgo: haber sabido conjugar la profundidad del contenido con la didáctica más actual. Relacionando cine y administración de empresas, la obra aporta cuarenta y cuatro clases magistrales, a través de otras tantas películas, acerca del arte de dirigir a otras personas. Imprescindible para los que buscan introducirse en la materia, indispensable para los que desean enseñarla y cardinal para los que pretender practicarla.
Esta es la historia de una rata, pero no es una rata cualquiera. Vive en el sótano de una librería de viejo en el Boston de los años 60 y se alimenta de libros… ¡hasta que se da cuenta que puede leerlos! Empezará a recordar a los autores no sólo por las historias de sus libros sino también por el sabor de sus páginas, de las que sólo se come los márgenes para seguir leyendo. Poco a poco, y de una manera increíble, Sam Savage consigue que, a ojos del lector, Firmin abandone su cuerpo de roedor y se convierta en un personaje tremendamente cercano, un hombre ingenioso y anhelante de amor encerrado en un cuerpo que no debería ser el suyo. Un libro que te arranca verdaderas carcajadas y que al final resulta ser una profunda reflexión sobre la condición humana, las relaciones personales, el amor por la lectura y la esperanza. ¡Viva la imaginación!”
Este magnífico álbum ilustrado propone a los niños un viaje de ensueño por las diferentes mamás del mundo, donde se verán representadas todas sus cualidades. Conocerás las propiedades musicales de Mamá Acordeón, la buena compañía a la hora de pintar de Mamá Picasso o lo reconfortante que es que te abrace Mamá Chocolate. Si queremos viajar elegiremos a Mamá Velero o una guapísima y siempre ruborizada Mamá Fresa.
Este libro es, gracias a las delicadas ilustraciones y los textos, todo un catálogo de ternura”
Jacinto Antón es uno de esos escasos periodistas que generan adicción, por su sentido del humor, por su profundo conocimiento de los temas que aborda y por el espíritu de aventura que respiran sus escritos. En esta recopilación de crónicas periodísticas encontramos pilotos, exploradores, pieles rojas, mascotas, domadores y otras criaturas fascinantes. Y también, el misterio, la pasión y el ansia de maravillas ante los desafíos de la vida cotidiana
“¡Mueran todos los tiranos, reyes, reinas, príncipes, landgraves, margraves, zares, sultanes, dairis, lamas y papas! ¡Viva la República y la Montaña!”
Ni las opiniones y visiones personales, parciales e intencionales por su propia naturaleza, pueden sustituir a los tratados de los historiadores, ni los sesudos y autorizados estudios históricos pueden tomar el lugar de las percepciones de los contemporáneos de una época determinada; tal vez la combinación de ambos sea lo más recomendable. Algunas veces la actualidad se hace historia y la historia literatura; por circunscribirnos al país y a los días de Las noches revolucionarias (Les nuits révolutionnaires), véanse las Memorias de ultratumba (Mémoires d’outre-tombe, 1846) de François-René de Chateaubriand. Cuando un intelectual, que se autodenomina le hibou de Paris, “el búho de París”, abandona su torre de marfil y desciende al campo de juego, y observa, y escribe, acaba componiendo una magna obra: Les nuits de Paris ou l’Spectateur nocturne (1788-1794), publicada originariamente en ocho volúmenes, de la que Las noches revolucionarias es una pequeña parte.Como no podía ser de otro modo tratándose de un polígrafo incontinente, el afán clasificatorio contemporáneo se las vería y se las desearía en el intento de encuadrar la obra: reportaje de actualidad, autoficción, historia, panfleto, docudrama, crónica… En todo caso, una obra extremadamente interesante que consigue transmitir, mediante un acertado uso de la narración en primera persona del presente de indicativo, el caos y la inmediatez de uno de los episodios más apasionantes de la historia de la humanidad, desde el punto de vista de un escritor en la nómina de los grandes cronistas de la literatura francesa, y no siempre imparcial, gracias a dios, precursor de precursores.
Publicado en 1969 lo traducen Luisa Fernanda Garrido Ramos y Tihomir Pistelek por primera vez al español y una novela con un ingenio apabullante, con un estilo único en el que reina el humor. Según la contraportada está escrito “inspirado en el estilo de las narraciones escolares”, pero no le hagan ni caso. Las frases corrosivas y desternillantes que nos llevan de manera encadenada de una idea a otra sólo las puede escribir el maestro, no el alumno. Manuel García Iborra (El Ejido, Almería)
“En 1985, cuando Nelson Mandela llevaba veintitrés años en prisión, se propuso conquistar a sus enemigos, los más fervientes defensores del apartheid. Así obtuvo su libertad y consiguió convertirse en presidente. Pero la inestabilidad de un país dividido por cincuenta años de odio racial cristalizó en la amenaza de una guerra civil. Mandela comprendió que tenía que conseguir la unión de blancos y negros de forma espontánea y emocional, y vio con claridad que el deporte era una estrategia extraordinaria para lograrlo. John Carlin ha descubierto el factor humano que hizo posible un milagro: la capacidad innata de Mandela para seducir al oponente y su tenaz deliberación de utilizar el mundial de rugby de 1995 para sellar la paz y cambiar el curso de la Historia. La final de aquel mundial culminó con la victoria sudafricana en el último minuto, y fundió en un abrazo a negros y blancos en el ejemplo más inspirador que ha visto la humanidad”