“Revelaciones de la maestra del arco” de Javier Vela
Revelaciones de la maestra del arco
Vela, Javier
ISBN
978-84-18178-79-5
Editorial
Editorial Pre-Textos
Pues a nosotras este libro no nos ha parecido un experimento, sino un resultado; no un divertimento, sino una exploración, una obra que, por su misma existencia, puede que implique un manifiesto contra la literatura convencional, contra lo consabido y lo anodino, pero que lo hace, en principio, sin ninguna intención combativa: simplemente quiere contar una historia y, por encima, ofrecer una sensación, seguir un proceso de formación deportiva y espiritual, conjeturar cómo puede o cómo pudo vivirse una vida tan distinta a las nuestras, en un contexto tan lejano y opaco para nosotros. Queremos decir que no vemos en este libro una rebeldía contra los géneros, o una subversión de lo habitual, o… No: simplemente vemos coherencia y eficacia, un relato que se despliega a su modo, que tiene algo que decir y logra decirlo de un modo original (no en el sentido, tan sospechoso, de “innovador”, sino en el otro, tan superior, de “genuino”, de texto con raíces, con alma, con corazón). Y es un libro fragmentario, desde luego, pero redondo; es parcial, pero está completo.
“Cada vez que rompemos la mesura herimos el cosmos entero”, dice aquí Javier Vela con un temperamento zen que, en nuestra opinión, empapa y fecunda todo el libro. No hay alteraciones en estas páginas, no hay violencia, hay contemplación: asistimos al despliegue de un buen libro que desarrolla con tiempo y con libertad una curiosa historia, la de la aprendiz de arco Hitomi con sus sucesivos maestros, y en especial con su maestra Naoko. Por medio de relatos mínimos, de “estampas”, de excursos, digresiones, citas, ilustraciones, poemas y hasta listas, el madrileño-gaditano Javier Vela, insistimos, nos ofrece, más que una novela, una sugerencia: de su mano nos asomamos respetuosamente a una cultura francamente extraña, con unos códigos con los que estamos relativamente familiarizados, pero cuyo sentido profundo se nos pierde, no por oscuro sino, al contrario, por deslumbrante, por exceso de claridad.
Siempre que nos acercamos a Japón (que alguien nos acerca a Japón, queremos decir), vemos que es una cultura hecha de introspección y preguntas, de meditación y curiosidad, de búsqueda constante de verdades. Todas las respuestas son ambiguas, cada uno ha de encontrar su propio camino, su propio modo de llegar a las cosas y hacer que se cumpla su destino individual para enaltecer así su propia vida y, con ella, la vida entera. El silencio o incluso las contradicciones son baldosas fundamentales en esa senda, y la duda continua es imprescindible para avanzar. Se diría que la estructura de estas Revelaciones de la maestra del arco ha tenido eso muy en cuenta, y hace del titubeo una conquista: la historia se construye sobre pequeñas situaciones, anécdotas, intercambios de información, referencias a otros casos, “postales” históricas, probablemente bromas apócrifas, pistas falsas: todo ello son aproximaciones, tentativas, tanteos para intentar insinuar algo desconocido, algo impreciso, una “novela de formación” en un ámbito irrecuperable. Y hay que entender que la patria de una flecha no es tanto la diana como el aire, no se trata tanto de acertar en el blanco como de volar decididamente en una dirección: también estaría bien tener eso en cuenta al leer.
Los lectores de Javier Vela estamos acostumbrados a verle flirtear con las fronteras. Son varios libros ya “jugando” con las formas de decir, pero insistimos en que, más que espíritu lúdico, vemos en ello la simple certeza de que cada historia, cada idea, ha de buscar y encontrar su modo mejor de desarrollarse y culminar, su propia forma. Ningún libro de prosa del autor ha llegado hasta hoy tan lejos como éste, que implica, en sí mismo, un estimulante ejercicio de literatura comparada. Se trata de buscar una literatura con perspectiva, una literatura no plana, una literatura de conglomerado, llena de vida y cultura. Habiendo talento, la calidad vendrá por añadidura, y es lo que aquí sucede, en un libro muy especial, ligero pero frondoso, breve pero lleno de tiempo.
Juan Marqués, ‘Las Librerías Recomiendan‘