Literatura y Exilio

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Desde hace unas pocas semanas puede verse en la Biblioteca Nacional de España una exposición sobre los 80 años del exilio republicano español, que en realidad sirve de adelanto de la gran exposición de Estado que, comisariada por Juan Manuel Bonet (con la ayuda de Manuel Aznar Soler e Idoia Murga Castro), ha organizado el Ministerio de Justicia en las salas de Nuevos Ministerios, también en Madrid. Es bonito que sea el de Justicia, y no el de Exteriores o el de Cultura, el ministerio que haga suya esta obligación de volver a recordar y homenajear lo que sucedió a partir de 1939, pues es en efecto un acto de pura justicia y de reparación nacional lo que allá podrá verse (y en su catálogo leerse) desde el 4 de diciembre de este 2019. Para unirnos de algún modo a esas conmemoraciones, en ‘Las Librerías Recomiendan’ hemos pedido a algunas libreras y libreros que nos hablen de libros sobre el exilio, entendido éste de forma amplia, sin ceñirse a lo estrictamente español, sino asomándose o remontándose a otras diásporas, otros ostracismos, otros desplazamientos forzados. “Innumerables los desterrados”, arrancaba el precioso libro de Claudio Guillén sobre El sol de los desterrados, y también son innumerables, y en general muy sobresalientes, los libros sobre el tema. Aquí recomendamos siete:

EL EXILIO COMO PATRIAEL EXILIO COMO PATRIA, de María Zambrano (Anthropos)

Es Izaskun Legarza Negrín, de la Librería de Mujeres de Canarias, quien nos habla de una de las damas imprescindibles del exilio español, y en concreto de un libro en el que con su abrumadora inteligencia habitual reflexionó al respecto: “En estos tiempos en los que tanto se habla de.migrantes, refugiados, exiliados, gentes de fuera, como si de un fenómeno nuevo se tratara, conviene leer y reflexionar para no caer en palabras vanas. De entre la abundante bibliografía, ensayística y ficcional, que refleja los fenómenos citados, elijo El exilio como patria, de María Zambrano, una obra inacabada cuyos ecos reverberan en gran parte de la creación zambraniana. Dos son los motivos que mueven mi elección: el primero, puramente personal, se relaciona con la admiración incondicional que siento por la gran filósofa axárquica; el segundo, más objetivo, con las profundas reflexiones que su obra nos ofrece sobre el abandono de la tierra natal, la llegada a nuevos lugares de acogida, el exilio. Distingue María Zambrano entre el refugiado, el desterrado y el exiliado, como tres etapas de la deriva impuesta cuando una persona se ve obligada a abandonar su patria. Y sobre estas tres etapas reflexiona, desde el pensamiento y desde su condición de exiliada que hizo de su vida un periplo por varios países, algunos de habla hispana (Cuba y Chile, por ejemplo), y otros de lenguas ajenas (Francia, Italia). Como exiliada, María Zambrano escribe sobre el exilio, que es desierto u océano, y sobre la patria de la que tanto se habla hoy, sin reflexionar. Les dejo una frase de la filósofa y les recomiendo, encarecidamente, que la lean: “Tiene la patria verdadera por virtud crear el exilio”.

LÍRICA DE UNA ATLÁNTIDA (1916 – 1954), de Juan Ramón Jiménez (Tusquets Editores)

LÍRICA DE UNA ATLÁNTIDA

Desde la coordinación de ‘Las Librerías Recomiendan’ hemos releído estos últimos libros de poesía de Juan Ramón Jiménez, toda la producción escrita en América, y hemos vuelto a quedar consternados ante la magnitud, la altura y la trascendencia de estos poemas sobrenaturales. Ya nos impactaron hace veinte años, cuando Alfonso Alegre Heitzmann los ordenó, editó y comentó en la primera aparición, decisiva, de Lírica de una Atlántida en Galaxia Gutenberg, y ahora hemos podido volver a disfrutarlos. Habría tantas cosas que decir sobre todo loq ue aquí se encuentra que casi preferimos no decir ninguna y que sea el lector el que se adentre en este universo paralelo, construido con palabras irrepetibles pero a la vez bien atado a la dura realidad cotidiana e íntima del autor, desarraigado como pocos en su exilio, ocasionalmente desesperado, lejos en un primer momento de esa patria elemental que era para él su idioma, y luego lejos de sus afectos, sus recuerdos, su tierra. Tristeza, locura y exaltación se alían en una poesía que enaltece a la poesía, y que, a diferencia de la mayoría de lo que se publica en verso, justifica plenamente el prestigio que todavía disfrutan los poetas verdaderos.

LOS NIÑOS PERDIDOSLOS NIÑOS PERDIDOS (UN ENSAYO EN CUARENTA PREGUNTAS) de Valeria Luiselli (Editorial Sexto Piso)

Tanto Sofía Balbuena, librera en Lata Peinada (Barcelona), como Javier García Clavel, de Atenea (Murcia), coinciden en mencionar este ensayo de Valeria Luiselli sobre un tema que conoce muy bien y en el que ha abundado en su reciente y celebrada novela Desierto Sonoro (también en Sexto Piso). Nos dice Javier: “El libro de Luiselli habla del no lugar donde se exilian los niños y niñas que transitan entre la condena y la libertad, entre el lugar de donde proceden, en el que ni siquiera han logrado enraizar como enraizan las personas -con tiempo- al lugar donde les llevan, un paraíso que intuyen en los ojos de sus responsables. Pero ese no lugar, ese espacio de vacío en medio del tránsito, es el lugar sin derechos, de la angustia, del sinsentido y del poder. Y Luiselli habla de eso transcribiendo la voz de esos niños y niñas, y reflexionando desde el periodismo y la literatura. Es un libro esclarecedor. Tremendo”.

DE BARCELONA A LA BRETAÑA FRANCESA. MEMORIASDE BARCELONA A LA BRETAÑA FRANCESA MEMORIAS, de Luisa Carnés (Renacimiento)

Volviendo al exilio republicano español, y a sus mujeres, Ester Vallejo, de Lex Nova (Madrid), aplaude la recuperación de Luisa Carnés: “Se trata de la autora de la novela Tea rooms (Hoja de Lata), que felizmente hemos ido conociendo en los últimos años en los que se han ido rescatando algunos de sus textos y que formó parte de la generación del 27 pero que tras la guerra y su exilio a México ha permanecido olvidada durante décadas debido a su condición de mujer, republicana y por tanto perteneciente al bando perdedor. El libro que recomendamos son las memorias de una huida precipitada desde la Barcelona acosada por los nacionales hacia la frontera francesa. La angustia de la marcha, el abandono de una vida y la incertidumbre de un futuro desconocido. Nuestro pasado más reciente”.

LA PALOMA DE RAVENSBRUCKLA PALOMA DE RAVENSBRÜCK, de Carme Martí (Roca Editorial)

Enrique Ortigosa, de la Librería Renacer (Logroño), quien nos recomienda con convicción esta reciente novela: “No es ‘un libro más sobre sobre los campos de exterminio’, es la epopeya de una de la muchas mujeres que partieron al exilio cuando sobrevino la Guerra Civil. Miembro de las juventudes del PSUC, fue una activista precoz contra las desigualdades sociales. Enfermera profesional y responsable sanitaria de una colonia infantil, partió al exilio con 180 niños a su cargo cuando apenas tenía veintiún años. Después se unió a la Resistencia francesa y, delatada, sufrió la deportación y el internamiento en el campo de Ravensbrück, donde fue la única superviviente española. Estamos ante el “autorretrato” de una mujer consecuente y arriesgada, expuesto como una novela que también es crónica necesaria de historia. Dolor sobre dolor, oprobio sobre oprobio, sobrevivir y ser testigos para que no se repita la ignominia. Ninguna ignominia en nombre de ninguna ideología. Nos lo cuenta una de las grandes narradoras catalanas de nuestro tiempo, Carme Martì”.

JUNTOS TODOS JUNTOSJUNTOS, TODOS JUNTOS . CRÓNICA DEL PRIMER INTENTO COLECTIVO DE SALTAR LA FRONTERA ESTADOUNIDENSE, de Carlos Martínez (Pepitas de calabaza)

Raquel Vicedo, librera en Cervantes y Compañía (Madrid), dirige sus ojos a otras migraciones, otro tipo de desesperaciones, que también dan lugar a crónicas periodísticas apabullantes: “Desde la Cervantes y Compañía queremos reivindicar un libro que nos ha conmovido como pocos: se trata de Juntos, todos juntos, la escalofriante crónica del primer intento colectivo de saltar la frontera estadounidense. Hartos de la violencia de las pandillas como la Mara Salvatrucha o Calle 18 y la pobreza de sus países de origen, miles de hombres y mujeres, y centenares de niños y adolescentes indocumentados (diez mil centroamericanos en total) se reunieron tras una convocatoria en redes sociales para viajar juntos en caravanas desde Honduras y El Salvador, pasando por Guatemala y atravesando México, para alcanzar la frontera de los Estados Unidos en un éxodo masivo sin precedentes en la zona. En este relato trepidante y riguroso, aunque no por ello menos emotivo, el periodista salvadoreño Carlos Martínez da voz a los héroes que han cambiado, quizá para siempre, la forma en la que los centroamericanos más vulnerables viajan, desafiando las advertencias de los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump, en busca de una vida mejor”.

POR NADA DEL MUNDOPOR NADA DEL MUNDO . UN AMOR DE CIORAN, de Thoma Friedgard (Hermida Editores)

Y, finalmente, el librero Daniel Rosino, de Walden (Pamplona), nos da una verdadera lección de literatura y vida al hilo de Emil Cioran: “A menudo nos preguntamos qué supone algo tan contundente como el exilio, no ya en la vida, sino en la obra de un escritor o un artista, si es que en un caso así ambas puedan disociarse. La distancia que abre una separación tan violenta puede ser un abismo donde la mayoría sucumben y de donde sólo unos pocos pueden salir, diríamos, renacidos, no necesariamente mejorados pero si con una experiencia más honda sobre la que reflexionar. El pensador rumano E.M. Cioran, que apunta maneras desde muy joven con sus traumáticos episodios de insomnio, es un claro ejemplo del ser exiliado. En 1937 se instala en París, tras una estancia en Alemania y más adelante adopta el francés como lengua de su escritura, con lo que rompe definitivamente los lazos con su país de origen. Contra lo que pueda parecer la obra de Cioran es de un vitalismo tremebundo, a veces, incluso, un poco excesivo, quizá retórico, pero que Cioran amaba la vida por encima de todas las cosas lo acredita el libro que acaba de publicar la editorial Hermida, “Por nada del mundo. Un amor de Cioran”, donde Friedgard Thoma, una profesora y traductora alemana (aunque de carácter mediterráneo…) nos introduce en la relación, primero epistolar y al poco en persona a la par que telefónica, con nuestro filósofo exiliado. El libro es una pequeña crónica de los últimos años de Cioran, que escribe sus cartas en un olvidado y precario alemán, sumando otro exilio más, mientras redescubre el amor y la pasión en sus setenta años, y finaliza con el exilio definitivo, en una clínica postrado ante una demencia que terminará con él en 1995. El caso Cioran podría tratarse de un caso extremo, no obstante, y trascender las fronteras en cuanto al exilio se refiere, puesto que toda su obra nos recuerda la condición de perpetuo exiliado de algunos seres, más allá de sus nacionalidades y de las fronteras que les amenazan, como nos lo demuestra uno de sus más profundos aforismos: “Vivir significa perder suelo”.