Siete libros sobre Barcelona
En días en los que, por razones perfectamente extraliterarias (y aun antiliterarias), Cataluña y sus cuitas monopolizan buena parte de la información, nosotros queremos celebrar la gloria inmortal de esa ciudad divertida, estimulante y abierta que siempre ha sido Barcelona, capital, además, de la industria editorial española y una de las patrias naturales de las librerías. Con la memoria de autores como Mercé Rodoreda, Carmen Laforet, Ana María Matute, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Goytisolo o ese sabio siempre pendiente de una reivindicación verdadera que fue Carlos Pujol (por no hablar de los poetas que cantaron aquella ciudad –Fonollosa…– o de los hispanoamericanos del ‘Boom’ que hicieron de Barcelona su hogar y su catapulta), ofrecemos aquí una selección drástica de libros sobre Barcelona escritos por barceloneses, siete libros maravillosos que, cada cual a su manera, son obras maestras incontestables.
RONDA DEL GUINARDÓ, de JUAN MARSÉ
Seguramente no es su mejor novela, ni desde luego su novela más importante (algo francamente difícil con el precedente de Si te dicen que caí o Últimas tardes con Teresa, o con “continuaciones” como El embrujo de Shanghai o Rabos de lagartija), pero somos muchos (aunque discretos) quienes tenemos una debilidad muy especial por esta novela breve y emocionante, dolorida y golosa, desenfadada y trágica, rebosante de ternura herida. La degradación económica y moral de las barriadas urbanas de la parte alta de Barcelona tiene en esta novela un monumento modesto pero grandioso, pequeño y perfecto, donde todo el sugerente mundo de Marsé, Premio Cervantes de 2008, queda condensado, y expresado con una puntería y una eficacia especialmente felices. Existe una buena edición crítica, preparada por Fernando Valls.
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LA CIUDAD DE LOS PRODIGIOS, de EDUARDO MENDOZA
La Barcelona pistolera y bastante desquiciada de finales de los años diez y principios de los veinte de La verdad sobre el caso Savolta y, retrocediendo quince años, la Barcelona de cambio de siglo y en construcción de La ciudad de los prodigios, torpemente industrial y hambrienta de modernidad (“en plena fiebre de renovación”, se lee en la primera línea de la novela), encontraron en Eduardo Mendoza un cronista superdotado, en estado de gracia, que después, en otras narraciones, ha llegado, avanzando en el reloj, hasta la Barcelona olímpica y estrictamente actual. El Premio Cervantes de 2016 despliega en La ciudad de los prodigios una novela, al cabo, picaresca, que es un verdadero prodigio de construcción de personajes, inteligencia argumental y humor verosímil, reproduciendo una realidad deformada que, sin embargo, nos explica mejor.
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OCHENTA Y SEIS CUENTOS, de QUIM MONZÓ
Muchos de estos Vuitanta-sis contes están localizados en Barcelona, y muchos de ellos son tan geniales como el conjunto, que recopilaba todos los relatos escritos por Monzó hasta la fecha. El resultado, traducido al castellano por el propio autor, es un banquete de inteligencia, humor de la mejor estirpe y una mezcla muy lograda de reflexión y delirio. Es decir, ese estilo tan reconocible que ya disfrutan los lectores de sus artículos de La Vanguardia o de sus novelas. Ningún lector que se precie debería morirse sin leer “Ante el rey de Suecia”, incluido en El mejor de los mundos.
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EL VIAJE VERTICAL, de ENRIQUE VILA-MATAS
Para amar definitivamente a tu ciudad a veces hay que marcharse, y eso es lo que hace el adinerado septuagenario Federico Mayol, nacionalista catalán y hombre de gran rectitud, que de repente un día se sorprende a sí mismo emprendiendo un periplo tan improvisado como extraño por los mundos de su creador, esto es, por un lado la atracción de Vila-Matas por el mundo luso (y de ahí que haya quien vislumbre la “triste figura” de Mayol por Oporto, Lisboa o Madeira), pero por otro las propias sorpresas y locuras de su particular narrativa, extraña y divertida, única y a menudo genial, pero pocas veces como en esta novela de 1999, Premio Rómulo Gallegos en 2001.
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LA GRAN NOVELA SOBRE BARCELONA, de SERGI PÁMIES
Quien leyera una novela tan indescriptible como Sentimental, por citar sólo uno de los experimentos literarios de Sergi Pàmies, no se sorprenderá al saber que La gran novel·la sobre Barcelona son, en realidad, quince cuentos, con un título tan irónico como inexacto, pero tampoco demasiado. Traducidos por Javier Cercas, en estos cuentos hay de todo, literalmente, pero también muchos ricones de la ciudad, diferentes puntos rojos señalando espacios que contribuyen a la traducción a texto de las calles de Barcelona.
EL DÍA DE MAÑANA, de IGNACIO MARTÍNEZ DE PISÓN
Se nos permitirá una excepción que a la vez nos permita a nosotros incluir en esta lista de narradores barceloneses a otro escritor que sólo lo es de adopción. Pero el zaragozano Ignacio Martínez de Pisón logra en esta magnífica novela, acaso la mejor de las suyas, recrear el ambiente de una Barcelona de posguerra, mezquina por desesperada, hambrienta y oportunista, en la que sin embargo brilla también la nobleza, los personajes limpios, la decencia. Personajes inolvidables con vidas extremas, en los dos sentidos del adjetivo: al límite y antónimas, pero siempre con la posibilidad de un final redentor. Y la calle Tallers, para muchos, será ya para siempre la de la papelería de la familia Román.
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LA SOMBRA DEL VIENTO, de CARLOS RUIZ ZAFÓN
Pocas novelas españolas de los últimos veinte años han tenido un éxito comercial universal tan espectacular, clamoroso y unánime como el de esta novela de misterios, con el añadido decisivo de que ha sido, además, un éxito muy justo, pues estamos hablando de una narración que está realmente bien pensada y ejecutada, bien construida, bien escrita, con un dominio indiscutible de la intriga, el suspense o la gestión de las informaciones determinantes… Y para nosotros tiene el añadido de ese “cementerio de los libros olvidados” que se eleva como uno de los espacios principales de la novela y que, al fin y al cabo, no deja de ser una singular y laberíntica librería (en la que es perfectamente legítimo adivinar un homenaje a la biblioteca circular que Umberto Eco diseñó para El nombre de la rosa).
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