Un premio que recupera la memoria histórica (Gabinete de Prensa Feria del Libro de Madrid)

Hija de la autora del libro Suite francesa (Ed. Salamandra), Irène Némirovsky, que este año se ha hecho con el Premio que concede el Gremio de Libreros de Madrid.Las palabras de Purificación Prieto, presidenta de la Feria del Libro de Madrid, y encargada de entregar el Premio, confirmaron que éste era concedido por primera vez de manera póstuma. Reafirmó que Suite francesa “es una obra excepcional, escrita por una mujer que presentía su final”. Reveló los tres motivos que esgrimieron los libreros para otorgar esta distinción. El primero de ellos, la capacidad para reflejar la vida cotidiana durante una guerra; “todo el mal y todo el bien que es capaz de hacer el ser humano están reflejados en esta gran…

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Hija de la autora del libro Suite francesa (Ed. Salamandra), Irène Némirovsky, que este año se ha hecho con el Premio que concede el Gremio de Libreros de Madrid.
Las palabras de Purificación Prieto, presidenta de la Feria del Libro de Madrid, y encargada de entregar el Premio, confirmaron que éste era concedido por primera vez de manera póstuma. Reafirmó que Suite francesa “es una obra excepcional, escrita por una mujer que presentía su final”. Reveló los tres motivos que esgrimieron los libreros para otorgar esta distinción. El primero de ellos, la capacidad para reflejar la vida cotidiana durante una guerra; “todo el mal y todo el bien que es capaz de hacer el ser humano están reflejados en esta gran novela”, añadió Purificación Prieto. El segundo de los motivos, la imparcialidad con la que está escrita; y el tercer y último, la belleza de su literatura.
“Con la concesión de este Premio, los libreros queremos expresar públicamente nuestro rechazo a todo totalitarismo y discriminación por razones de raza, sexo o cultura”, terminó diciendo la presidenta de la Feria del Libro de Madrid.
Las palabras de Denise Epstein, hija de la autora, estuvieron cargadas de emoción y no dejaron indiferentes al numeroso público allí congregado. Afirmó que “el premio tiene un valor que supera a cualquier otro, por ser una distinción que conceden los libreros, que son, en definitiva, los que acercan los libros a los lectores”.  “Nunca pensé –añadió con la voz entrecortada- que esto pudiera pasar. Mi madre, que ha estado tanto tiempo olvidada y que fue asesinada, con este gesto ha vuelto a vivir”.
Denise Epstein quiso dedicar también este premio a todas las victimas de la guerra. Insistió en la necesidad de no olvidar lo que ocurrió: “las cosas no han cambiado tanto y debemos evitar que algo tan atroz vuelva a ocurrir”.

Este galardón, que cumple su sexta edición— fue concedido el año pasado   a Casa del Olivo, de Carlos Castilla del Pino, con mención especial a 2666, de Roberto Bolaños.  
Otras obras premiadas fueron: La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa; La aventura del tocador de señoras, de Eduardo Mendoza; La voz dormida, de Dulce Chacón; y El libro de las ilusiones, de Paul Auster.
 
Este Premio, cuyo jurado está formado por libreros que eligen de forma libre el mejor libro del último año, de acuerdo con su sensibilidad cultural o la transmitida por sus propios clientes, no tiene dotación económica.